El pasado domingo 3 de febrero, el rector de la USAC, acompañado de distintas autoridades del Consejo Superior Universitario, realizó un recorrido por las parcelas de la finca Medio Monte para evaluar, analizar y emprender acciones por la toma e invasión de las tierras universitarias que diversos grupos de campesinos han hecho desde el 2018.
La finca Medio Monte se ubica a 47 kilómetros de la ciudad, en el municipio de Palín, Escuintla. Es utilizada por docentes y estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia para la producción pecuaria; está dividida en 3 desmembramientos: el primero, de 35 hectáreas; el segundo, de 67; y el tercero, de 16.
Las invasiones
El caso está a cargo del licenciado César Monterroso, de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la USAC. Monterroso indicó que desde el 21 de marzo del año pasado se han presentado las denuncias por usurpación ante el Ministerio Público (MP), ya que según el encargado de la finca, Jhonny Ruano, desde el 4 de marzo inició la invasión a la propiedad sancarlista en el área de Romero, donde varias personas ilegalmente comenzaron a construir covachas, casas de block e incluso explotan los recursos naturales de la finca.
La finca abarca 118 hectáreas utilizadas para el desarrollo pecuario con fines educativos.
El 11 de abril de 2018 la USAC solicitó al Registro de Información Catastral (RIC) un estudio técnico sobre la zona afectada por la invasión, para dar certeza de la propiedad de los inmuebles de la universidad en la finca Medio Monte.
Se evidenció que los terrenos efectivamente pertenecen a esta casa de estudios. La universidad, con un equipo técnico, también inició el estudio del territorio; se han hecho vuelos de dron para verificar la propagación del sector invadido.
El 14 de mayo del mismo año se iniciaron diálogos con los distintos sectores gubernativos y civiles para buscar una solución, los cuales se realizaron paralelamente a las acciones legales tomadas por el abogado.
Las reuniones se sostuvieron durante los siguientes meses; en estas, se destacó el atentado que se comete en contra de la educación, ya que los estudiantes no podían ingresar a las zonas de práctica.
El sector campesino, asesorado por el Comité de Unidad Campesina (CUC), argumenta que la invasión se origina por la necesidad de vivienda. Sin embargo, no es competencia de la Universidad de San Carlos de Guatemala otorgar terrenos; esta es una facultad específica del Fondo de Tierras.
El 14 de diciembre se estableció una mesa técnica donde participó la USAC, la Facultad de Veterinaria y Zootecnia, el juez municipal de Palín, la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) y la Comisión Presidencial Coordinadora de la Política del Ejecutivo en materia de Derechos Humanos (COPREDEH). La reunión tuvo lugar en la fiscalía distrital de la región. El objetivo fue conocer los protocolos nacionales e internacionales para no violentar los derechos humanos de los invasores.
Segundo caso de invasión
Aún situados en el 2018, durante noviembre, otro grupo campesino realizó una incursión ilegal en un sector distinto de la finca, que está frente a los símbolos patrios, en Palín. Como consecuencia, el Lic. Monterroso interpuso una nueva denuncia el 27 de noviembre.
La cerca del ingreso fue cerrada con un candado por quienes se hacen llamar Grupo de Campesinos del Altiplano. Asimismo, colgaron en un árbol de la entrada un rótulo con el mensaje “Recuperando nuestras tierras históricas con el apoyo de entidades que velan por el cumplimiento del acuerdo de paz”.
«Con esta invasión son afectados los estudiantes, a quienes se debe la institución”. Ing. Mirna Herrera, representante de docentes de la Facultad de Agronomía.
Detrás de estos hechos podrían encontrarse personas que se aprovechan de la necesidad de vivienda y recursos básicos de los campesinos, para obtener beneficios ilícitos, ya que al consultar a algunos comunitarios sobre la situación, indican que la mayoría de usurpadores no son oriundos de la región.
Jornada intensa
El rector y otros representantes del gobierno universitario visitaron la finca el pasado domingo 3 de febrero y evidenciaron la situación. En algunos casos inició la construcción de viviendas con materiales más onerosos en el sector Romero.
El Ing. Murphy Paiz, rector de la USAC, entabló una mesa de diálogo con los representantes de los invasores para agotar esta instancia y dar paso a un desalojo pacífico. Se espera una reunión en la que el MP convocará a los sectores afectados y acusados; de no haber solución por esta vía, se procederá a judicializar el caso, según Monterroso.
Al igual que en el primer caso, el rector recorrió otro sector de la finca, en donde se detectó que es un grupo distinto el que tiene acaparadas las tierras que le pertenecen a la USAC.
En esta oportunidad el Ing. Paiz ratificó que se defenderá el patrimonio de la universidad, ya que este constituye una oportunidad para que los estudiantes contribuyan al desarrollo de las comunidades. El funcionamiento de la finca Medio Monte representa un apoyo para la docencia e investigación.
“La universidad es del pueblo, pero estos lugares, como la finca Medio Monte, están designados para cumplir las funciones de la USAC. Con esta invasión son afectados los estudiantes, a quienes se debe la institución”, manifestó la Ing. Mirna Herrera, representante de docentes de la Facultad de Agronomía ante el Consejo Superior Universitario (CSU).
En estos dos casos de irrupción por parte de distintos grupos en los inmuebles de la USAC, aún se espera que el MP convoque a los sectores para propiciar un desalojo voluntario. Por el momento, el rector y autoridades del CSU lograron conciliar con los invasores que no siga aumentando la cantidad de personas en el lugar.
Las invasiones afectan el desarrollo académico de la región y de más de tres mil estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia del campus central de la USAC.
Problemas que no acaban
El 2 de febrero del presente año, antes de la visita de las autoridades universitarias, el encargado de la finca, Jhonny Ruano; y otro trabajador, José Luis Camey, presuntamente fueron víctimas de un grupo de personas de la comunidad de El Chilar, quienes amenazaron con quemarlos si no desalojaban el lugar.
El 3 de febrero, durante la visita de algunos miembros del gobierno universitario, se procedió a realizar una exhibición personal de los trabajadores de la universidad con la presencia de un juez de paz.
¿Por qué sucedió?
La finca Medio Monte tiene algunas parcelas ancladas en el fondo que son ajenas a la universidad, por lo que en un acuerdo administrativo antiguo se había aprobado que los propietarios de estas parcelas tuvieran derecho de paso en la finca en un horario de 6:00 a.m. a 4:00 p.m.; sin embargo, el horario administrativo es de 7:00 a.m. a 3:00 p.m.
La atribución de dar paso a los campesinos en la finca se le delegó a José Luis Camey, pero hubo algunas discrepancias entre él y los campesinos hasta el punto de que algunos de estos últimos presuntamente amenazaron al trabajador.
Los campesinos discuten la necesidad de poder ingresar a la finca las 24 horas del día, pero, según expertos, esto podría generar riesgos para la integridad del inmueble y de quienes laboran en este.
Estas personas recurrieron a cortar de forma abrupta el servicio de agua de Medio Monte. Según trabajadores, en el convenio establecido durante los primeros años de funcionamiento del inmueble, se permitía el ingreso de las personas a sus fincas a cambio de que el servicio del recurso hídrico estuviera disponible.
Las consecuencias de no tener agua en estas fincas pecuarias afectan su funcionamiento, puesto que debe darse tratamiento especial a la tierra, el pasto y el ganado.
La solución
El rector, Murphy Paiz, también dialogó con los campesinos de la comunidad de El Chilar y les ofreció readecuar inmediatamente el horario de paso, de 6 a.m. a 6 p.m. La condición es que se garantice el respeto a la vida y movilidad de los trabajadores de la USAC, así como el acceso al agua de la finca y la mejora del caminamiento utilizado por los agricultores.
“Quiero que sepan que los trabajadores de la USAC no están solos, los vamos a acompañar y respetar para garantizar el funcionamiento de nuestra universidad, que se debe a los estudiantes”, expresó Paiz.
En este caso se espera que el tribunal conozca y proceda con las advertencias oportunas en contra de las personas que fueron señaladas de amenazar a los trabajadores.
El rector inició las gestiones para darle un pronto seguimiento a estos casos que afectan el desarrollo académico no solo de la región sino de los más de 3,000 estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia del campus central.
En los próximos días se estará visitando con otro grupo de expertos técnicos la finca Medio Monte, con el fin de dictaminar que la invasión no continúe propagándose hasta antes de que las instancias correspondientes realicen el desalojo definitivo.
Visible deterioro
La invasión ha provocado varios problemas a la finca; acumulación de basura, tala de árboles, construcción ilegal y desordenada, la desaparición del ganado por la quema de pasto y la falta de agua.