El inciso 7.1 del acta número 23-18 aprobada por el Consejo Superior Universitario (CSU) prohibió el uso del plástico y sus derivados a partir de enero de 2019.
Más de 1,500 especies de animales mueren anualmente por la contaminación que generan los humanos. Los productos de plástico y duroport son útiles, pero ¿a qué costo? Día con día estos materiales inundan nuestro entorno, son enemigos silenciosos que tienen consecuencias negativas.
Del plástico y el duroport se genera diversidad de productos que facilitan la vida cotidiana de las personas. Sin embargo, los daños que producen tienen un alto costo. El período de utilidad de pajillas, vasos, juegos de cuberterías y bolsas se reduce a un tiempo de comida, que dura en promedio 45 minutos, pero su período de degradación es prolongado y daña a los ecosistemas.
700 tipos de plásticos se producen en la actualidad.
Las cifras alarmantes han despertado la preocupación de los ambientalistas, instituciones nacionales e internacionales. En Guatemala la contaminación de ríos y lagos no es ninguna novedad; sin embargo, su impacto es cada vez mayor y la diversidad de especies del país se ve amenazada. En la búsqueda de soluciones a la problemática ambiental, la USAC, bajo las directrices de la nueva administración, ha enfocado sus esfuerzos en reducir la contaminación.
El 28 de agosto de 2018 se aprobó en el acta No. 23-2018, punto séptimo, inciso 7.1, el listado de empaques biodegradables y reciclables permitidos en la universidad, lo que permitiría establecer las primeras acciones, con el objetivo de declarar “cero plástico en la universidad”.
Como parte de las primeras medidas, en septiembre del año pasado, la Secretaría General de esta casa de estudios instruyó a su oficina de Comunicación para que realizara una campaña de concientización sobre la contaminación que produce el plástico y el duroport, misma que generó aceptación en vendedores y estudiantes, ya que algunos comercios implementaron nuevos materiales para entregar sus productos.
100 años puede tardar en descomponerse el plástico
Según una publicación de la BBC en 2017, hasta ese momento, se habían producido 8.3 millones de toneladas de plástico virgen. Se estima que para el 2050 habrá aproximadamente 12 millones de toneladas de basura plástica en vertederos o en el medio ambiente. El plástico es un producto relativamente nuevo, con 60 años de existencia, pero tiene un impacto considerablemente negativo.
Acciones a seguir
La universidad conformó una Comisión Técnica con diversos profesionales encargados del tema de ambiente, reciclaje, investigación, entre otros, con el propósito de evaluar las prohibiciones para este año; teniendo en cuenta que de algunas materias orgánicas se pueden fabricar plásticos, habrá excepciones.
Durante los últimos meses del 2018 la Comisión Técnica trabajó un listado de prohibiciones y excepciones, las cuales presentamos a continuación:
Empaques sintéticos prohibidos en los recintos de la USAC
Tereftalato de polietileno
Botellas de agua, bandejas de galletas, recipientes de pasteles, envoltorios de magdalenas, envases de bebidas gaseosas, bandejas de ensaladas, entre otros.
Polietileno de alta densidad
Botes de jugos, botellas de yogurt, envases de champú, botellas de leche, bolsas de congelación, envases de helado, etc.
Polietileno de baja densidad
Bolsas plásticas, bandejas, contenedoras, membrana de envasado de alimentos, bolsas de agua pura, etc.
Polipropileno
Bolsas, envoltorios de papas fritas, pajillas, platos de microondas, envoltorios de helado, tapas de botella, etc.
Poliestireno
Cubiertos, platos, tazas, cuchillos, tenedores, tapaderas de recipientes de bebidas calientes o frías para llevar, cucharas, etc.
Poliestireno expandido
Embalaje de protección, duroport en forma de platos, vasos o tazas de bebidas calientes, etc.
Empaques biodegradables permitidos en los recintos de la USAC
Según el documento presentado por la comisión, se permite el uso de empaques, recipientes, envoltorios o embalajes, certificados con el siguiente sello: “Producto biodegradable fabricado con normas ASTM D6400-12, D6868, D6866”, que debe estar visible en idioma español, en tamaño no menor al 15 % de la dimensión del envase.
Estas medidas son empleadas para garantizar la salud preventiva de los sancarlistas; asimismo, se contribuye a inculcar buenos hábitos alimenticios. Ningún producto podrá circular sin el embalaje de certificado de biodegradable, con excepción de los recipientes reusables o desechables que sigan los protocolos de degradación final.
De no acatarse lo anterior, ¿qué sucedería?
La entidad encargada de velar por el cumplimiento de esta política será la Comisión de Comercialización de la USAC, la cual deberá realizar inspecciones permanentes. Los comercios que cumplan con las cualidades ecológicas tendrán una distinción visible que los avalará para poder seguir comerciando sus productos con normalidad. De no atenderse lo anterior, la USAC se exime de todo tipo de perjuicio y responsabilidad legal que pudiera derivarse de utilizar materiales prohibidos; el uso de envases no certificados que pongan en peligro el ambiente y la salud del consumidor será responsabilidad exclusivamente del vendedor.
El reto real recae sobre toda la comunidad sancarlista; para ejercer las buenas prácticas, las autoridades instan a quienes forman parte de esta casa de estudios a colaborar mediante el empleo de utensilios reusables, y a rechazar y evidenciar los expendios universitarios que en su envasado no cumplan las normas establecidas.
Este texto fue publicado originalmente en Periódico USAC
