El periódico de la Universidad realizó una visita de campo al municipio de Chisec para documentar la labor que realizan en el interior del país los estudiantes que integran el EPSUM.
Estudiantes de la Universidad de San Carlos realizan proyectos de desarrollo comunitario en todo el país a través del programa Ejercicio Profesional Supervisado Multiprofesional EPSUM, actualmente 350 epesistas de la USAC están en el interior desarrollando trabajo comunitario enfocado en educación, economía, salud y medio ambiente en 53 municipios con extrema pobreza.
Visitamos uno de los municipios priorizados para ver de cerca el trabajo de los sancarlistas en favor de la población más vulnerable del país; Chisec es una calurosa zona del noroccidente del país, ubicada a 286 km de la ciudad capital, específicamente en el departamento de Alta Verapaz.
El municipio cuenta con varios sitios turísticos importantes como Las Lagunas Sepalau, Las Cuevas Bombil Pek y Jul Ik y El Balneario Maximón que lo hace un punto ecoturístico importante. Además el monocultivo de la palma africana se ha expandido a gran escala y existen pozos petroleros de la empresa francesa PERENCO, sin embargo según un estudio del Banco Mundial publicado en el año 2013 La población rural que vive en Alta Verapaz es la que se encuentra en las peores condiciones de pobreza, el 89.6 por ciento de la población rural vive en condiciones de pobreza en la zona.
Ahí en las comunidades del municipio trabaja un grupo de estudiantes sancarlistas en diversos proyectos de desarrollo comunitario. Este proyecto es posible al Convenio Interinstitucional entre la Usac y el Gobierno para la atención de población vulnerable que permite que estos estudiantes tengan un estipendio para la realización de su EPS. Ingrid Polanco Monzón supervisora del equipo multidisciplinario de la región de Las Verapaces comenta que la dinámica de trabajo del área se enfoca en saneamiento ambiental, fortalecimiento a la seguridad alimentaria y salud preventiva.
La región urbana de Chisec es muy pequeña, las zonas en donde viven sus habitantes son de montañas boscosas y caminos de terracería, cuando llueve se forma un lodo chicloso en los senderos que dificulta la movilización, las casas en su mayoría son de madera, láminas y bajareque, no tienen agua potable, ni drenajes. Un grupo de estudiantes nos llevó a una de las comunidades en dónde realizan su EPS.
El grupo de epesistas comenta que en las comunidades se ha priorizado el trabajo en base a las necesidades de la región, me dicen que a través de diferentes actividades ellos están tratando de dar solución a los problemas locales. José Carlos Sierra Riveiro de 22 años estudiante de la Carrera de Ingeniería en Gestión Ambiental me cuenta un poco sobre los diversos proyectos que han llevado a cabo, uno de ellos es la elaboración de eco barreras realizadas con material reciclado, estas sirven para retener la basura que la gente deposita en los ríos. Hay que recordar que la limpieza de los ríos es importante para ellos por ser zona ecoturística y porque las comunidades no cuenta con agua potable por lo que dependen de los ríos para abastecerse.
A parte de la limpieza de los ríos a través de las Eco Bardas, los epesistas apoyan a la comunidad con elaboración de abonos orgánicos, implementación de huertos familiares, reforestación, asesoría jurídica, asistencia médica y charlas informativas sobre manejo de desechos sólidos, buenas prácticas de higiene, salud, ecología, y sexualidad en escuelas, institutos, y la comunidad en general.
Uno de los proyectos más relevantes es la elaboración de harina de yuca, a través de esto se combate la desnutrición y se generan fuentes de ingreso, además de aprovechar al máximo los recursos. “Nosotros sembramos mucha yuca y antes no se lograba consumir o vender y se perdía, pero ahora ellos nos enseñaron a convertirla en harina, ahora nos sirve para hacer atol, tortillas y otras cosas, incluso queremos sembrar más”. Comenta Ruben Caal líder comunitario.
Otro proyecto de impacto es la creación de parte de los epesistas de un vivero municipal de una hectárea en donde se siembran árboles frutales y de maderas preciosas, un proyecto que es implementado con el apoyo de la municipalidad.
Selvin Otoniel Reyes Rivera Alcalde de Chisec comenta que el trabajo coordinado con el programa EPSUM y la municipalidad ha sido favorable, explica que ellos no cuentan con los recursos suficientes para contratar a personal técnico, dice que la intención del vivero es reforestar, recuperar las zonas verdes y tener un proyecto productivo a gran escala. Actualmente el vivero tiene más de 60 mil plantas de cacao, 30 mil de pimienta, 30 mil de hule, 30 mil de achiote que deben ser trasplantadas.
“El conocimiento técnico que ellos traen ha sido fundamental para la realización de un estudio del suelo, el desarrollo de la organización comunitaria, el ordenamiento territorial, la atención primaria en salud, el saneamiento ambiental, cosas que la municipalidad sola no hubiera podido hacer” Asegura el alcalde.
Son bastantes y diversas las actividades que este grupo de siete sancarlistas realizan en Chisec, con la atención en salud por ejemplo el epesista Juan Luis Menéndez de 26 años, estudiante de medicina ha logrado atender casos médicos a pesar de la barrera lingüística en una comunidad donde no hay doctores, además de educar a la población en la prevención de enfermedades, la epesista Silvia Monzón Lam de la Escuela de Arte realiza un manual de manejo de desechos sólidos ilustrado con acuarelas utilizando de modelos a comunitarios que fotografío para concientizar a Chisec sobre el manejo de la basura, mientras que la epesista de Derecho Magdalena Castro ayuda en la oficina de la mujer a la resolución de conflictos generados por violencia intrafamiliar y falta de paternidad responsable. Este trabajo es una luz de esperanza para las comunidades priorizadas, y esta es solo una pequeña muestra de todo el valioso trabajo de extensión universitaria que el programa EPSUM realiza en todo el país.