Cobros ilegales, violencia y delincuencia ponen en entredicho a una tradición centenaria.
Han pasado 121 años desde que surgió el desfile bufo como una expresión crítica y política. La historia de la huelga está marcada por momentos de represión y sangre, lucha y protesta, pero lamentablemente con el paso del tiempo la decadencia es evidente.
La talacha, antes vista como una colecta para la realización de las actividades huelgueras, pasó a ser una extorsión. Así lo afirma el famoso doctor y huelguero José, el Sordo Barnoya: “Se encapuchan para hacer dinero a expensas de la huelga, no hay razón para encapucharse”.
La mayoría de los comités de la Huelga de Dolores están tomados por personas inescrupulosas que no son estudiantes regulares y a veces ni siquiera están inscritos, además ponen en mal al desfile bufo y manchan el nombre de la Universidad de San Carlos Guatemala con cobros ilegales, uso de violencia, portación de armas de fuego, realización de actividades prohibidas por el Consejo Superior Universitario, como la toma de parqueos y organización de fiestas donde prevalece el consumo de bebidas alcohólicas.
“Indirectamente ellos están captando fondos no legítimos, no regulados; ahí hay delincuencia viva. No podemos garantizar quién está abajo de una capucha, es una forma de representar mal a la historia universitaria de mártires que dieron la vida por temas que respetamos, como la autonomía, la Revolución de Octubre y nuestra Constitución”. Declaró el rector, Ing. Murphy Paiz.
Estas malas prácticas se han extendido y replicado en los centros universitarios departamentales, con la toma de edificios, cobro por ingresar a recibir clases y a comercios, así como represalias contra estos últimos cuando se niegan a pagar; en ocasiones, quienes piden el dinero han hecho pintas con aceite quemado en las fachadas.
“Hay ciertos indicadores no solo dentro de nuestra universidad, sino también afuera, en los ambientes sociales de Guatemala, con los que tristemente debemos estar de acuerdo. Pareciera que nos estamos desviando cada año de los verdaderos objetivos que dieron origen a la huelga”. Declaró César Paiz, catedrático universitario, mejor conocido como el rey feo Maclovio Trompa de Hule.
“Hay personas que se aprovechan de la figura de la huelga para hacer actos delictivos y llenar sus bolsillos de dinero ilegítimamente. Están lastimando a la universidad y al pueblo de Guatemala”. Puntualizó el rector.
La capucha como símbolo de represión
Atrás quedaron los días de represión en los que usar una capucha significaba la diferencia entre la vida y la muerte. Un genuino símbolo de gallardía, rebeldía y compromiso social de parte del estudiantado sancarlista ha sido desvirtuado hasta ser visto como una máscara de delincuentes.
Comerciantes de San Pedro, San Marcos, denunciaron que al negarse a pagar la talacha, los supuestos estudiantes hicieron pintas en las instalaciones de sus negocios. Al respecto, el Ing. Murphy Paiz comentó: “Rechazo este tipo de actitudes, han aprovechado el uso de la capucha para cometer actos deplorables, que incluso son de delincuentes”.
Checha Paiz recuerda que, cuando era estudiante, había represión contra expresiones populares como la Huelga de Dolores. “En la actualidad siento que la capucha es mal manejada por personas que la han usado para pedir dinero o violentar. La capucha ya no se respeta, es como una máscara que utilizan algunos interesados en terminar de hundir la huelga”.
Recuperar el rumbo
¿Cuál debe ser el verdadero sentido de la Huelga de Dolores? Para el sociólogo Manolo Vega Castañeda, la huelga debe ser un canal de expresión de críticas hacia la situación del país. “Lo que la gente piensa sobre lo que sucede en el país debe verse reflejado en la huelga. Ahora, además, la huelga debe ser ejemplo de buen manejo y transparencia, para que se terminen los abusos que trae el uso de la capucha”.
El Sordo Barnoya dice que el verdadero espíritu de la huelga debe ser la crítica a los malos actos del Gobierno y agrega: “Malos actos de los militares, comerciantes, empresarios y ahora hasta de los abogados y médicos, malos actos de todos los malos guatemaltecos”.
Según Checha Paiz, la Huelga de Dolores debe ser la alternativa para que la población vea en las calles y avenidas temas de la coyuntura política, socioeconómica y sociocultural del país, que generalmente los medios tradicionales no tratan. “Hoy por hoy la huelga, en algunos aspectos, sigue siendo la voz de los que no tienen voz”. Puntualizó.
Bonos con transparencia
Para evitar los abusos, el rector propone la implementación de un bono para actividades culturales y deportivas, algo que está por plantear ante el Consejo Superior Universitario (CSU). La finalidad de proporcionar una cantidad de dinero es que las actividades de la huelga se organicen con transparencia por verdaderos estudiantes universitarios regulares, quienes tendrán que identificarse y demostrar que verdaderamente representan a la comunidad estudiantil.