En el auditórium de la Facultad de Arquitectura se dieron a conocer los resultados finales de la evaluación de los edificios M-4, T-1 y T-2 dentro de la Ciudad Universitaria, así como la presentación del proyecto de levantamiento topográfico por medio de sensores remotos, realizado por el Centro de Estudios de Desarrollo Seguro y Desastres (CEDECYD).
como parte de la actividad denominada “Fortalecimiento institucional del Consejo Coordinador de Desarrollo Seguro y Desastres (CCODESYD) de la Universidad de San Carlos de Guatemala en el marco de la campaña de las Américas para la reducción de riesgos de desastres ( IESLAC/RRD)”.
El Arq. Axel Velásquez, jefe de CEDECYD, expresó que esto tiene como objetivo empoderar la necesidad de participación y generar un campus seguro. “Este es un tema donde la universidad se ve incorporada en un proyecto internacional, lo más importante es mejorar las condiciones de seguridad dentro de la universidad”.
El representante no actúa solo en las emergencias, se preocupa de las condiciones de cada unidad para que puedan responder a estas adecuadamente. La acción va orientada a que las autoridades facultativas inviertan en mejoras de cada una de las facultades para contribuir a que la universidad esté en buenas condiciones.
Otro componente importante es la preparación de los estudiantes, a quienes se debe la universidad. Una de las misiones, como institución educativa, es que tengan los conocimientos básicos de la gestión para la reducción de riesgos, para que el conocimiento se traslade a su formación profesional, apuntó Velásquez.
El resultado del diagnóstico de algunos edificios, como M-4, T-10, T-2 y T-1, reveló algunas necesidades, lo que según Velásquez significa que las autoridades de cada área evaluada realizarán las mejoras necesarias en un periodo de mediano y largo plazo.
El resultado fue una condición media, lo que significa que en su momento los edificios fueron construidos adecuadamente, pero por el paso de los años, estos han sufrido un deterioro. Además, existe hacinamiento tanto administrativo como estudiantil; esto de alguna manera genera riesgos que tienen que evaluarse para la toma de decisiones.
Radiografía
Se contaba con un levantamiento catastral que data de 1995, en el cual se puede evidenciar que hay muchos edificios que se han construido y otros que se han modificado desde esa fecha.
El Ing. Agr. Kevin Nuffio, encargado de los sistemas de información geográfica de CEDESYD, comentó: “En los temas cartográficos Guatemala ha estado atrasada desde hace mucho tiempo, tenemos ortofotos de todo el país desde el 2006 que no se actualizan. La USAC está en una área del país y tenemos esa misma problemática porque no contamos con información actualizada de nuestro terreno; sin embargo, se contó con un financiamiento para poder realizar este proyecto y emitir una radiografía de la USAC, que consiste en modelos de elevación digital, los cuales se construyen a través de una herramienta y técnica que se llama fotometría”.
Desde hace tiempo, dentro del campus, hay una introductoria de riesgo, conocida como “179-2001”, que es un acuerdo gubernativo de la Presidencia de la República; el mismo indica que no se puede construir nada a partir de 100 metros de ambos lados del eje del río de la cuenca de Amatitlán.
Esa cuenca es alimentada por el río Villalobos y el Michatoya, así como la quebrada de El Frutal, el Parque de las Ardillas y el CEDA. “Lo que nosotros necesitábamos era delimitar el área porque estamos perdiendo esos 100 metros completos; por ejemplo, en parte del periférico universitario no podemos hacer modificaciones viales porque estamos dentro de ese terreno. Entonces, al hacer la actualización, determinamos que, de los 100 metros, hay bastante terreno que se puede utilizar en dos opciones: una de riesgo bajo, donde se pueden desarrollar construcciones pequeñas y una de riesgo moderado, que se puede utilizar para zonas de desarrollo común, como la ciclovía o bien actividades de ocio”, apunta el profesional.
“Nosotros hicimos un levantamiento total de los servicios que presta la universidad, desde la viabilidad hasta los chorros de agua. En el caso primero, tenemos toda la señalización ubicada para que se pueda mapear, también están ubicadas las rampas para las personas con alguna dificultad para movilizarse. Con ello, se pueden diseñar rutas de entrada y salida, se conoce dónde están todos los transformadores, tambos de gas de los diferentes laboratorios y antenas de telecomunicaciones. Esto nos sirve para hacer planes de desarrollo para estudiantes y profesores”.
El gran objetivo es que la universidad entre en la categorización de universidades resilientes y seguras, no se puede caracterizar si no tiene mapeada toda la infraestructura y lo que ella conlleva. Por ejemplo, si se diera un incendio, las motobombas no sabrían dónde están los hidrantes y no podrían llegar a ellos, toda esta cartografía básica sirve para la planificación.