Este noviembre la USAC deberá designar a sus dos nuevos representantes, quienes deben contar con una amplia perspectiva de planificación social.
La Universidad de San Carlos de Guatemala es única en el mundo, tiene incidencia y participación en el Estado, así como un rol activo en las decisiones de recreo, trabajo, salud, demografía, economía, infraestructura y educación.
Según el mapa de poder elaborado por la Dirección General de Investigación (DIGI) en 2014, la USAC ocupa 53 representaciones con voz y voto en las instituciones estratégicas más importantes del Estado, entre estas, la Junta Directiva del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
La USAC debe elegir a los mejores profesionales para que sean coherentes con los valores de esta casa de estudios y que contribuyan a la solución de los problemas nacionales.
En ese contexto, ¿cuál es la importancia de los integrantes designados por la USAC? El IGSS es uno de los logros obtenidos con la Revolución de 1944, junto con la autonomía universitaria. “Ambas instituciones simbolizan la responsabilidad del Estado guatemalteco frente a la sociedad”, comenta Cristhians Castillo, del área de Análisis Sociopolítico en el Instituto de Problemas Nacionales (IPNUSAC).
Por la pandemia, la salud es una prioridad mundial. Los afiliados del IGSS necesitan que la institución les brinde la protección médica adecuada, con servicios de calidad y buena atención. Este instituto requiere descentralizarse, eliminar la burocracia e impulsar el desarrollo tecnológico para su óptimo funcionamiento.
Edgar Balsells, actual segundo vicepresidente de la Junta Directiva, nombrado en octubre de 2015 por la universidad, explica que el trabajo en este órgano directivo es complejo, porque existen intereses y visiones diferentes. “Hay gente del CACIF, sindicatos, personas ligadas a la banca y a los negocios de medicamentos, entre otros”.
Sobre los fondos que maneja el IGSS, el Dr. Erwin Humberto Calgua Guerra, catedrático titular de la Facultad de Ciencias Médicas e investigador destacado, opina que las reservas que provienen de todos los afiliados llegan a los bancos del país. “Ejercen un papel muy importante en el sostenimiento del sistema financiero nacional y la Junta Directiva toma decisión sobre esos fondos”.
El IGSS dispone de un presupuesto de más de 15 000 millones de quetzales. Cuando Balsells asumió el cargo en la Junta Directiva, la institución estaba envuelta en escándalos de corrupción, como el caso IGSS-PISA, por la muerte de 51 pacientes a causa de malos procesos de diálisis peritoneal. Esto evidencia las consecuencias que puede existir si la Junta Directiva del IGSS se corrompe o no toma las decisiones acertadas.
Un perfil estratégico
Tanto Castillo como Balsells y Calgua coinciden en que los representantes de la universidad ante la Junta Directiva del IGSS deben desempeñar un papel estratégico, tener un enfoque social y humanista congruente con los ideales de la universidad.
Según la Ley Orgánica del IGSS, los integrantes de la USAC deben ser versados en asuntos económicos y financieros.
Para Balsells, la persona que ocupe el cargo debe entender de temas financieros, políticas y administración públicas, tener una perspectiva vinculada a la economía de salud y del trabajo.
“Debe contar con una amplia perspectiva de planificación social, porque no se trata solo de medicina, tiene que ver también con todos los temas que involucran a los trabajadores”, expone.
Para Castillo, el objetivo de la universidad es equilibrar los debates económicos y sociales que se dan en la Junta Directiva del IGSS, porque es indispensable tener un contrapeso ante los intereses de empresarios, empleadores y trabajadores que participan allí. “Por eso es fundamental que la universidad nombre profesionales con conocimiento sobre el funcionamiento de la institución y con experiencia en la gestión pública”.
La USAC debe ser un apoyo científico y técnico para la toma de decisiones y, a la vez, aportar su perspectiva académica. Por ello, se necesitan capacidades muy específicas: “Una persona sin el adecuado conocimiento sobre aspectos epidemiológicos tendrá problemas para entender cómo enfrentar los retos futuros de la seguridad social en Guatemala, porque la pandemia está incidiendo en las agendas económicas y de salud en todos los países”, señala el Dr. Erwin Calgua.
Parte de la agenda de trabajo
de Edgar Balsells en la actual
JD del IGSS
Compra de medicamentos: trabajó sobre la forma en la que se adquirían y se reconfiguró el listado básico.
Plan estratégico: desempeñó labores en el plan estratégico institucional del IGSS junto a la Coordinadora de Planificación de la USAC, para buscar vincular el trabajo del instituto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Hizo una serie de propuestas relacionadas con la ampliación de cobertura del servicio.
Observatorio de la Seguridad Social: es una propuesta que ya está en el Consejo Técnico y fue analizada una vez en la Junta Directiva. Se persigue una relación más estrecha entre la sociedad civil y los asociados.
Temas económicos y financieros: contribuyó al desarrollo del Plan Operativo Anual y las modalidades de financiamiento de la seguridad social. Trabajó en las comisiones con finanzas públicas que buscan propuestas en conjunto para que pueda incrementarse la contribución de estas para la seguridad social, entre otros temas.
Fiscalización: ha habido un mayor control a las partes gerenciales de las actividades de la Junta Directiva, para generar más competencia de proveedores. “Ha existido mucha concentración de proveedores, medicamentos, equipo médico y quirúrgico, he hecho propuestas para evitar los proveedores exclusivos”, comenta.
Judicialización de la salud: existen casos laborales relacionados con medicamentos. Se han hecho propuestas para ampliar los medicamentos genéricos y estructurar alternativas terapéuticas para enfermedades crónicas y raras.